Es necesario abandonar la dependencia de la gente cuando se trata de reconocer quienes somos y cuanto valemos. Soltar el Apego hacia la GenteĮs muy importante no permitir que sean otros quienes determinen cómo nos sentimos acerca de nosotros mismos. El desapego nos puede ayudar a ser felices.Įncuentro que hay ciertos desapegos que son básicos si queremos aliviarnos de cargas y si deseamos abrirnos a la felicidad. La felicidad está más cerca de lo que nos libera, de los que nos sorprende, se parece mas a lo que disfrutamos en el momento presente, a lo que presenciamos con la atención puesta en el ahora. Sin saberlo cargamos a lo largo de nuestras vidas con apegos que son un lastre, que nos amarran y limitan. Pero el hecho de que cumpla con todas estas características no necesariamente quiere decir que sea bueno para nosotros, no quiere decir que “garantiza” nuestra felicidad. Casi físicamente, sentimos que vamos a peder algo que es nuestro, que forma parte de quienes somos, que nos da identidad, algo que es familiar. La propia palabra, «desapegarse» nos puede hacer sentir inseguros. Dejar ir, desapegarse es necesario para permitirle la entrada a la felicidad.
El Desapego nos Ayuda a ser FelicesĪ consciencia o no, nos apegamos a los sentimientos de felicidad y satisfacción y nos identificamos con ellos, tendemos a permanecer en el pasado o a sentirnos ansiosos por el futuro, y como consecuencia dejamos de experimentar la dicha del momento presente.Ĭomo sabemos las cosas cambian, cambian las circunstancias, cambian las personas, cambian los sentimientos y si hemos vivido apegados a esas vivencias y emociones, lo nuevo, lo diferente nos hace sentir perdidos, miserables y hasta traicionados.Ĭuando dejamos de aferrarnos y nos alejamos de la pretensión de tratar de controlar el mundo a nuestro alrededor, le permitimos al universo que nos satisfaga en maneras inimaginables. Lo hacemos porque queremos evitar, controlar, eliminar la posibilidad de perder la felicidad y pensamos que aferrándonos a ella y sus circunstancias haremos que se quede. Sea cual sea nuestra definición personal de felicidad, lo cierto es que con frecuencia nos apegamos a las cosas o a las circunstancias que nos hacen felices en un determinado momento y lo hacemos con la idea de asegurar y extender ese momento de felicidad.
No es de extrañar entonces que muchas veces, en lugar de valorarla y aceptarla por lo que es, nos confundamos y terminemos saboteándola y saboteándonos nosotros mismos. La felicidad es sencilla, complicada, espontánea y en consecuencia no es fácil entender cómo funciona. Para algunos la felicidad está centrada en la familia, para otros en logros profesionales, o en aspectos económicos hay quienes la relacionan directamente con la belleza física mientras que hay quienes la conceptúan de una manera más espiritual. La felicidad está ligada a muchas emociones, y distintas circunstancias felicidad es poder celebrar, pero también es tener paz actuar nos puede traer felicidad, pero también lo puede hacer el observar reímos de felicidad y también podemos llorar de felicidad.Ī lo largo de nuestra vida, dependiendo de aspectos como nuestra cultura, las posibilidades económicas de cada quien, los valores del grupo familiar donde crecimos, el tipo de educación que recibimos y otros factores externos, cada uno de nosotros tiene una definición para la felicidad.
Lo hace porque nos libera de amarres y dependencias y nos abre la mente a las mil maneras como se puede manifestar la felicidad en nuestras vidas, maneras que nunca podremos experimentar si no le damos oportunidad a lo diferente, a lo nuevo.